miércoles, 30 de octubre de 2013

El yogur helado llega al cementerio



El próximo día uno de noviembre, cuando miles de jumillanos acudan al cementerio a visitar a sus difuntos, se encontrarán con una importante novedad. Y es que a la ya habitual venta de flores y castañas,  se unirá la venta del producto que ahora mismo arrasa en todo el mundo, el yogur helado.
Según nos ha confirmado la concejalía de servicios , una empresa de dicho sector ha solicitado la instalación de un puesto ambulante donde el visitante al cementerio podrá disfrutar de una gama de hasta 25 sabores.

Para Juan Pedro Domenech, presidente de la asociación de fabricantes de yogur helado, " se trata de intentar endulzar lo que para algunos es un día amargo por el recuerdo de sus seres queridos ".

No obstante, no han sido pocas las voces que han criticado que se permita la instalación de éste tipo de negocios en un lugar como el cementerio. El grupo municipal de Izquierda Unida, a través de su concejal Benito Santos , ha declarado que el ayuntamiento se ha plegado a las presiones del poderoso e influyente "lobby" del sector del yogur.

Por otro lado,  Antonio Valero , concejal de comercio ( y varias cosas más que no podemos poner por falta de espacio ) ha respondido que las acusaciones de Santos son infundadas y que el ayuntamiento lo único que hace es apoyar toda iniciativa que sea buena para el comercio de la localidad.

"De hecho, este año sólo ha dado tiempo para el yogur, pero desde mi concejalía estamos trabajando para que el año que viene podamos instalar una feria de artesanía dentro del cementerio" declaró Valero a los diferentes medios jumillanos.

Una industria muy poderosa

La verdad es que polémica o no, el hecho de que el yogur helado llegue al cementerio no es más que el resultado de la enorme expansión de una industria que en apenas un año ha crecido al 200%. Muchos temen ahora que cuando la burbuja estalle, las consecuencias sean peores que las de la burbuja inmobiliaria. No obstante, otro economistas son más optimistas e indican que el estallido no sería tan fuerte ya que parte de los empleos perdidos los absorbería la otra burbuja que ya está empezando a gestarse y que, por supuesto , también ha llegado ya a nuestra ciudad, la de los cigarrillos electrónicos.
Pero de momento, el yogur helado parece haber llegado a Jumilla para quedarse. El tiempo dirá si será para siempre o si sólo se trata de una moda pasajera como lo fue la de los quads a mediados de la década pasada.











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